Desde ya se puede lucrar de los
beneficios espirituales
ROMA, sábado 13 octubre 2012 (ZENIT.org).- Como es
sabido por todos, el santo padre Benedicto XVI inauguró ya el Año de la fe, el
cual será un tiempo excepcional para estudiar, celebrar y hacer nuevos
propósitos pastorales-misioneros. El calendario de actividades es amplio y el
papa mismo se encontrará con los diversos sectores de la sociedad, del diálogo
ecuménico y de la Iglesia católica que peregrina en el mundo.
Durante este periodo --que va del 11 de octubre de
2012 al 24 de noviembre de 2013--, los creyentes podrán adquirir una
“Indulgencia plenaria” de la pena temporal que permanece de sus propios
pecados, o hacerlo también a favor de los difuntos. Los enfermos pueden acceder
a ella según disposiciones precisas dadas en el Decreto ad hoc de la
Penitenciaría Apostólica, que es el ente vaticano encargado de regular la
concesión y uso de las indulgencias en la Iglesia.
Como el objetivo es estimular en los creyentes un
auténtico deseo de obtenerla, la Penitenciaría ha establecido disposiciones
claras a este respecto (ver al final). A fin de explicar algunos conceptos de
lo que es una indulgencia y los beneficios para quien esté en capacidad de
lucrar de ella, ZENIT conversó con el padre Edward McNamara, LC, experto
liturgista y catedrático de su especialidad en el Ateneo Pontificio Regina
Apostolorum de Roma.
¿En qué le ayuda al católico ganar una indulgencia?
¿Todos necesitamos ganar una?
- Padre McNamara: Es de gran ayuda a todos ganar indulgencias, sea para uno mismo en vista del progreso en la amistad con Dios, sea como acto de caridad sobrenatural hacia las almas en el purgatorio.
- Padre McNamara: Es de gran ayuda a todos ganar indulgencias, sea para uno mismo en vista del progreso en la amistad con Dios, sea como acto de caridad sobrenatural hacia las almas en el purgatorio.
¿Cuántas veces se pueden ganar las indulgencias
durante el Año de la fe?
- Padre McNamara: La regla general para toda indulgencia plenaria es máximo una al día. El Decreto sobre las indulgencias para el Año de la fe prevé diversas posibilidades. Algunas están relacionadas a la visita de determinados lugares, otros a fechas específicas. La posibilidad de lucrar la indulgencia dependerá de condiciones locales. Por ejemplo, quien vive cerca de un templo designado por el obispo para beneficiarse de la indulgencia, podría ganarlo todos los días. Los que viven más lejos algunas veces al año.
- Padre McNamara: La regla general para toda indulgencia plenaria es máximo una al día. El Decreto sobre las indulgencias para el Año de la fe prevé diversas posibilidades. Algunas están relacionadas a la visita de determinados lugares, otros a fechas específicas. La posibilidad de lucrar la indulgencia dependerá de condiciones locales. Por ejemplo, quien vive cerca de un templo designado por el obispo para beneficiarse de la indulgencia, podría ganarlo todos los días. Los que viven más lejos algunas veces al año.
¿Desde qué edad se puede ganar la indulgencia?
- Padre McNamara: Dado que la indulgencia implica
la confesión, se puede obtener desde que el niño pueda confesarse, es decir la
edad de la razón o alrededor de los siete años de edad.
¿Cómo pueden ganar la indulgencia los enfermos o
discapacitados?
- Padre McNamara: El texto del Decreto indica que
pueden ganar la indulgencia los fieles verdaderamente arrepentidos, que por
graves motivos no puedan participar en las solemnes celebraciones ni acudir a
los lugares designados. Esto incluye a los enfermos, ancianos, encarcelados y
otros, quienes pueden participar de alguna celebración del santo padre o del
obispo diocesano a través de los medios de comunicación. A esto debe añadirse
el rezo del Padre Nuestro o el Credo, y ofrecer los sufrimientos de la propia
vida a Dios.
Si se vuelve a caer en pecado mortal, ¿se pierde la
indulgencia ganada?
- Padre McNamara: No, Dios no retira sus dones a pesar de nuestra debilidad. Pero no se puede ganar otra indulgencia hasta que no se haya vuelto al estado de gracia.
- Padre McNamara: No, Dios no retira sus dones a pesar de nuestra debilidad. Pero no se puede ganar otra indulgencia hasta que no se haya vuelto al estado de gracia.
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¿Cómo obtener –o lucrar, la Indulgencia Plenaria
por el Año de la fe?
(Tomado del Decreto de la Penitenciaría Apostólica)
(Tomado del Decreto de la Penitenciaría Apostólica)
A) Cada vez que participen al menos en tres
momentos de predicación durante las sagradas Misiones, o al menos, en tres
lecciones sobre los actos del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del
Catecismo de la Iglesia en cualquier iglesia o lugar idóneo;
B) Cada vez que visiten en peregrinación una
basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el
Ordinario del lugar para el Año de la fe (por ejemplo basílicas menores,
santuarios marianos o de los apóstoles y patronos) y participen allí en una
ceremonia sacra o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y
concluyan con el rezo del Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma
legítima, las invocaciones a la Virgen María y, según el caso, a los santos
apóstoles o patronos.
C) Cada vez, en los días determinados por el
Ordinario del lugar para el Año de la fe, que participen en cualquier lugar
sagrado en una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas,
añadiendo la Profesión de fe en cualquier forma legítima.
D) Un día, elegido libremente, durante el Año de la
fe, para visitar el baptisterio o cualquier otro lugar donde recibieron el
sacramento del Bautismo, si renuevan las promesas bautismales de cualquier forma
legítima.
Los obispos diocesanos o eparquiales y los que
están equiparados a ellos por derecho, en los días oportunos o con ocasión de
las celebraciones principales, podrán impartir la Bendición Papal con la
Indulgencia plenaria a los fieles que la reciban devotamente.
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