Ayer el Santo Padre Inició nuevamente, después de las vacaciones, las audiencias generales de todos los miercoles, aprovechó para recordar la pasada Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Rio de Janeiro, Brasil, el Papa le preguntó a los jóvenes presentes ¿Quieren ser una esperanza para Dios? ¿Quieren ser una esperanza para la Iglesia? ¿Quieren ser una esperanza para todos nosotros? A estas preguntas los jóvenes respondieron SI, el Papa les dijo: "un corazón joven que acoge el amor de Cristo se convierte en esperanza para otros" y los invitó a permanecer unidos a Jesús para construir su Reino, para construir fraternidad.
Por último les preguntó a los niños y a los jóvenes ¿Se animan a ser fuerza de amor y misericordia que tienen el coraje de querer cambiar el mundo? Todos respondieron Si.
Creo que en el corazón de los niños y jóvenes está ese deseo de construir un mundo más humano, más solidario, más fraterno. Animo Jóvenes podemos construir la civilización del amor.
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