Queridos amigos, esta es la primera de las catequesis que deseo publicar en este año de la fe, esperando que les ayude para la vida espiritual, estas catequesis serán las que se trabajarán como preparación para el COMGUA, que se celebrará en la diócesis de Sololá-Chimaltenango, en el año 2014. Encontrarán catequesis como: La Revelación de Dios, Fe: Creer en Jesucristo, el Baustismo y la misión, la fe se fortalece dándola, la Iglesia anuncia la fe, la inculturación del Evangelio, la dimensión social y la fe y Guatemala y la misión.
LA REVELACIÓN DE DIOS
OBJETIVO:
Comprender
que Dios se ha revelado en la historia, que nos ha revelado su plan de
salvación, y que ese plan de salvación se ha ido desarrollando gradualmente
hasta llegar a su plenitud en Jesucristo.
TEXTOBIBLICO
“Muchas
veces y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros antepasados por
medio de los profetas, ahora en este momento final nos ha hablado por medio del
Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo también
el universo” (Hb 1, 1-2).
ILUMINACIÓN
Este
texto de la Sagrada Escritura, la carta a los Hebreos, expresa claramente el
amor de Dios para con el hombre, creado a imagen y semejanza suya, (Gen 1,26),
razón por la cual el hombre va a ser capaz de entrar en comunicación con Dios, teniendo claro que siempre es Dios quien toma
la iniciativa, Dios sale al encuentro del hombre y le habla, y aún después del pecado original, Dios no lo
abandona a su suerte, sino que promete un salvador, (Gn 3,15), para lo cual llama a Abrahán, de Ur de los
caldeos, la tierra de su padre y de sus parientes, y lo manda Dios a una tierra
que él le indicará (Gn 12,1) hace una
alianza con él, (Gn 12, 2-3), ratificará su alianza con Isaac, Jacob, formará
un pueblo, el de Israel y será su pueblo, con Moisés, los librará de la
Esclavitud de Egipto y a éste le dará a conocer su nombre (Ex 3,14), Dios nunca
abandonó a su pueblo siempre les habló
por medio de los profetas, hasta que llega la Plenitud de los tiempos
(Gal 4,4) en la cual el Hijo de Dios, la
Segunda Persona de la Santísima Trinidad,
se hizo hombre y nació de Santa María Virgen, quien manifestará con su
Obediencia que Dios es fiel a sus palabras y salvará a la humanidad.
LA REVELACIÓN DE DIOS AL HOMBRE
Dios, en su bondad y
sabiduría, se revela al hombre. Por medio de acontecimientos y palabras, se
revela a sí mismo y el designio de benevolencia que él mismo ha preestablecido
desde la eternidad en Cristo en favor de los hombres. Este designio consiste en
hacer partícipes de la vida divina a todos los hombres, mediante la gracia del
Espíritu Santo, para hacer de ellos hijos adoptivos en su Hijo Unigénito.
(Catecismo de la Iglesia Católica # 50-53 y 68-69).
Dios ha querido libremente darse a conocer a los hombres para que
nosotros podamos conocerlo y, al mismo tiempo conocer su voluntad. Gracias a
esta realidad, podemos saber que Dios nos ama y podemos amarlo también, pues al
darnos la posibilidad de conocerle, nos hace capaces de responderle con amor,
pues no podríamos amarle si no le conociéramos pero, ahora que lo conocemos por
lo que él mismo nos ha dicho, sí podemos amarlo.
¿Cuáles son
las primeras etapas de la Revelación de Dios?
Desde el principio, Dios
se manifiesta a Adán y Eva, nuestros primeros padres, y les invita a una íntima
comunión con Él. Después de la caída, Dios no interrumpe su revelación, y les
promete la salvación para toda su descendencia. Después del diluvio, establece
con Noé una alianza que abraza a todos los seres vivientes. (Catecismo de la
Iglesia Católica # 54-58 y 70-71)
¿Cuáles son
las sucesivas etapas de la Revelación de Dios?
Dios escogió a Abram
llamándolo a abandonar su tierra para hacer de él «el padre de una multitud
de naciones» (Gn 17, 5), y prometiéndole bendecir en él a «todas las
naciones de la tierra» (Gn 12,3). Los descendientes de Abraham serán los
depositarios de las promesas divinas hechas a los patriarcas. Dios forma a
Israel como su pueblo elegido, salvándolo de la esclavitud de Egipto, establece
con él la Alianza del Sinaí, y le da su Ley por medio de Moisés. Los Profetas
anuncian una radical redención del pueblo y una salvación que abrazará a todas
las naciones en una Alianza nueva y eterna. Del pueblo de Israel, de la estirpe
del rey David, nacerá el Mesías: Jesús.
¿Cuál es la plena y definitiva etapa de la
Revelación de Dios?
La plena y definitiva
etapa de la Revelación de Dios es la que Él mismo llevó a cabo en su Verbo
encarnado, Jesucristo, mediador y plenitud de la Revelación. En cuanto Hijo
Unigénito de Dios hecho hombre, Él es la Palabra perfecta y definitiva del
Padre. Con la venida del Hijo y el don del Espíritu, la Revelación ya se ha
cumplido plenamente, aunque la fe de la Iglesia deberá comprender gradualmente
todo su alcance a lo largo de los siglos. (Catecismo de la Iglesia Católica #
54)
La Interpretación de la Revelación
Dios quiere
que lo que ha revelado se conserve íntegramente para que llegue a todos los
hombres (Cfr. 2 Tim. 1,13-14). Los apóstoles recibieron las enseñanzas de
Jesucristo y se las dieron a la Iglesia en la que nombraron sucesores, los
obispos, para que cuidaran que no se cambiara nada o no se entendiera mal lo
que Jesucristo había enseñado.
La Palabra de Dios se encuentra en
la Sagrada Escritura y en la Tradición. El Magisterio que son los Obispos junto
con el Papa, son los encargados de interpretar correctamente la Revelación para
que todos podamos conocer la verdad sin equivocarnos.
El Magisterio está al servicio de la
Palabra de Dios para cuidarla y transmitirla sin cambios. Para esto cuenta con
la asistencia del Espíritu Santo. Nosotros los fieles católicos, recordando las
palabras de Jesús a sus apóstoles: “Quien los escucha a ustedes, a mí me
escucha” (Lc 10,16), recibimos las enseñanzas de nuestros pastores porque
reconocemos en ellos a los encargados de cuidar y transmitir la Revelación.
Para que la transmisión de la
Revelación se realice según el plan de Dios, sin alteraciones ni malos
entendidos, debemos siempre tener en cuenta la Tradición, la Sagrada Escritura
y el Magisterio porque juntos, son el medio por el que Dios nos sigue mostrando
el camino para nuestra salvación.
ACTUEMOS
Nos
comprometemos a escuchar atentamente la voz del Espíritu que habla en la
Iglesia hoy.
Nos
comprometemos a estar atentos a la voz del Papa, de nuestro Obispo y de nuestros
sacerdotes, interpretes del Evangelio para regir nuestra vida.
Nos
comprometemos a respetar y cuidar todo lo que nos ha sido revelado y
transmitirlo a nuestros contemporáneos con gusto y esmero.
¿A
qué más te puedes comprometer tú?
COMPROMISO
Lee
la transmisión de la Revelación Divina: Dei Verbum 7-10
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