viernes, 26 de octubre de 2012

LA REVELACIÓN DE DIOS

Queridos amigos, esta es la primera de las catequesis que deseo publicar en este año de la fe, esperando que les ayude para la vida espiritual, estas catequesis serán las que se trabajarán como preparación para el COMGUA, que se celebrará en la diócesis de Sololá-Chimaltenango, en el año 2014. Encontrarán catequesis como: La Revelación de Dios, Fe: Creer en Jesucristo, el Baustismo y la misión, la fe se fortalece dándola, la Iglesia anuncia la fe, la inculturación del Evangelio, la dimensión social y la fe y Guatemala y la misión.
LA REVELACIÓN DE DIOS

OBJETIVO:

            Comprender que Dios se ha revelado en la historia, que nos ha revelado su plan de salvación, y que ese plan de salvación se ha ido desarrollando gradualmente hasta llegar a su plenitud en Jesucristo.

 

TEXTOBIBLICO

            “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros antepasados por medio de los profetas, ahora en este momento final nos ha hablado por medio del Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo también el universo” (Hb 1, 1-2).

 

ILUMINACIÓN

            Este texto de la Sagrada Escritura, la carta a los Hebreos, expresa claramente el amor de Dios para con el hombre, creado a imagen y semejanza suya, (Gen 1,26), razón por la cual el hombre va a ser capaz de entrar en comunicación con Dios,  teniendo claro que siempre es Dios quien toma la iniciativa, Dios sale al encuentro del hombre y le habla,  y aún después del pecado original, Dios no lo abandona a su suerte, sino que promete un salvador, (Gn 3,15),  para lo cual llama a Abrahán, de Ur de los caldeos, la tierra de su padre y de sus parientes, y lo manda Dios a una tierra que  él le indicará (Gn 12,1) hace una alianza con él, (Gn 12, 2-3), ratificará su alianza con Isaac, Jacob, formará un pueblo, el de Israel y será su pueblo, con Moisés, los librará de la Esclavitud de Egipto y a éste le dará a conocer su nombre (Ex 3,14), Dios nunca abandonó a su pueblo siempre les habló  por medio de los profetas, hasta que llega la Plenitud de los tiempos (Gal 4,4) en la cual  el Hijo de Dios, la Segunda Persona  de la Santísima Trinidad, se hizo hombre y nació de Santa María Virgen, quien manifestará con su Obediencia que Dios es fiel a sus palabras y salvará a la humanidad.
LA REVELACIÓN DE DIOS AL HOMBRE
Dios, en su bondad y sabiduría, se revela al hombre. Por medio de acontecimientos y palabras, se revela a sí mismo y el designio de benevolencia que él mismo ha preestablecido desde la eternidad en Cristo en favor de los hombres. Este designio consiste en hacer partícipes de la vida divina a todos los hombres, mediante la gracia del Espíritu Santo, para hacer de ellos hijos adoptivos en su Hijo Unigénito. (Catecismo de la Iglesia Católica # 50-53 y 68-69).
Dios ha querido libremente darse a conocer a los hombres para que nosotros podamos conocerlo y, al mismo tiempo conocer su voluntad. Gracias a esta realidad, podemos saber que Dios nos ama y podemos amarlo también, pues al darnos la posibilidad de conocerle, nos hace capaces de responderle con amor, pues no podríamos amarle si no le conociéramos pero, ahora que lo conocemos por lo que él mismo nos ha dicho, sí podemos amarlo.
¿Cuáles son las primeras etapas de la Revelación de Dios?
Desde el principio, Dios se manifiesta a Adán y Eva, nuestros primeros padres, y les invita a una íntima comunión con Él. Después de la caída, Dios no interrumpe su revelación, y les promete la salvación para toda su descendencia. Después del diluvio, establece con Noé una alianza que abraza a todos los seres vivientes. (Catecismo de la Iglesia Católica # 54-58 y 70-71)
¿Cuáles son las sucesivas etapas de la Revelación de Dios?
Dios escogió a Abram llamándolo a abandonar su tierra para hacer de él «el padre de una multitud de naciones» (Gn 17, 5), y prometiéndole bendecir en él a «todas las naciones de la tierra» (Gn 12,3). Los descendientes de Abraham serán los depositarios de las promesas divinas hechas a los patriarcas. Dios forma a Israel como su pueblo elegido, salvándolo de la esclavitud de Egipto, establece con él la Alianza del Sinaí, y le da su Ley por medio de Moisés. Los Profetas anuncian una radical redención del pueblo y una salvación que abrazará a todas las naciones en una Alianza nueva y eterna. Del pueblo de Israel, de la estirpe del rey David, nacerá el Mesías: Jesús.
 ¿Cuál es la plena y definitiva etapa de la Revelación de Dios?
La plena y definitiva etapa de la Revelación de Dios es la que Él mismo llevó a cabo en su Verbo encarnado, Jesucristo, mediador y plenitud de la Revelación. En cuanto Hijo Unigénito de Dios hecho hombre, Él es la Palabra perfecta y definitiva del Padre. Con la venida del Hijo y el don del Espíritu, la Revelación ya se ha cumplido plenamente, aunque la fe de la Iglesia deberá comprender gradualmente todo su alcance a lo largo de los siglos. (Catecismo de la Iglesia Católica # 54)
La Interpretación de la Revelación
            Dios quiere que lo que ha revelado se conserve íntegramente para que llegue a todos los hombres (Cfr. 2 Tim. 1,13-14). Los apóstoles recibieron las enseñanzas de Jesucristo y se las dieron a la Iglesia en la que nombraron sucesores, los obispos, para que cuidaran que no se cambiara nada o no se entendiera mal lo que Jesucristo había enseñado.
            La Palabra de Dios se encuentra en la Sagrada Escritura y en la Tradición. El Magisterio que son los Obispos junto con el Papa, son los encargados de interpretar correctamente la Revelación para que todos podamos conocer la verdad sin equivocarnos.
            El Magisterio está al servicio de la Palabra de Dios para cuidarla y transmitirla sin cambios. Para esto cuenta con la asistencia del Espíritu Santo. Nosotros los fieles católicos, recordando las palabras de Jesús a sus apóstoles: “Quien los escucha a ustedes, a mí me escucha” (Lc 10,16), recibimos las enseñanzas de nuestros pastores porque reconocemos en ellos a los encargados de cuidar y transmitir la Revelación.
            Para que la transmisión de la Revelación se realice según el plan de Dios, sin alteraciones ni malos entendidos, debemos siempre tener en cuenta la Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio porque juntos, son el medio por el que Dios nos sigue mostrando el camino para nuestra salvación.
ACTUEMOS
            Nos comprometemos a escuchar atentamente la voz del Espíritu que habla en la Iglesia hoy.
            Nos comprometemos a estar atentos a la voz del Papa, de nuestro Obispo y de nuestros sacerdotes, interpretes del Evangelio para regir nuestra vida.
            Nos comprometemos a respetar y cuidar todo lo que nos ha sido revelado y transmitirlo a nuestros contemporáneos con gusto y esmero.
            ¿A qué más te puedes comprometer tú?

COMPROMISO
            Lee la transmisión de la Revelación Divina: Dei Verbum 7-10

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